¿Bitcoin? ¿Computación cuántica? Déjame ponerte en situación.
Primero: la computación cuántica no va a destruir Bitcoin. A menos que, claro, mañana alguien saque de la nada una computadora con millones de cúbits perfectos, lo cual no va a pasar. Los chips de hoy, incluso los más guays como ese tal Willow, son juguetes de niños en comparación con lo que haría falta para tumbar el sistema. Respira.
Segundo: para que un ordenador cuántico rompa tu clave privada de Bitcoin, primero necesita ver tu clave pública. ¿Sabes cuándo pasa eso? Solo cuando gastas tus fondos. Si no reutilizas direcciones, estás jugando con las cartas bien cubiertas. Y si ya reutilizaste direcciones… bueno, empieza a preocuparte por tus decisiones de vida.
Tercero: Bitcoin no es solo un montón de código, es supervivencia. Si la computación cuántica se pone seria algún día, la red se adapta, actualiza su software y se pasa al próximo nivel. Algoritmos resistentes a lo cuántico ya están en la lista de pendientes. Así que sí, esto es un juego largo.
Finalmente, y escucha esto bien: el pánico no es una estrategia. Los titulares exagerados venden, pero la verdad es que Bitcoin está a salvo. Y si sigues buenas prácticas, como no reutilizar direcciones, te mantendrás fuera del radar de cualquier computadora cuántica que aún no existe.
Así que deja de imaginar escenarios apocalípticos y mantén la calma. Bitcoin no está muerto, ni lo estará pronto. Solo está esperando que te pongas a la altura de la conversación.
Eres lo que haces, no lo que temes. Así que mueve tus Bitcoins, pero muévelos bien. Nos vemos en el próximo bloque.
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